Cuantas veces tengo que morir para darme cuenta de las cosas?
Todas.
A veces te perdés en la niebla. Y el miedo no te deja ver las cosas con claridad. Pero siempre hay una salida. Sólo hay que dejarse llevar, porque cuando menos lo esperás, algo te ayuda a encontrar el camino otra vez.
Y las cosas simples, las de todos los días... son las más hermosas.